DIAGNOSTICO DE LA SITUACIÓN DEL DISCAPACITADO MENTAL ADULTO EN NUESTRO SISTEMA EDUCATIVO Y SOCIAL
Nuestra sociedad actual se caracteriza por la competencia, el individualismo, el exitismo, la inseguridad personal y la falta de valores.
Cotidianamente observamos que todo aquello que se aleja del modelo imperante es segregado.
Entonces,¿cómo se puede pensar la inclusión de sujetos que no responden a este modelo?, ¿cuál es la capacidad que la sociedad tiene de escoger en su seno a aquellos que son vistos como diferentes, debido a sus discapacidades?.
La sociedad en su conjunto tiende a sobreproteger a la persona especial, por lástima, por culpa, minimizando sus posibilidades o haciendo por ellos. En otros casos se les exige que realicen aquello que está muy lejos de sus reales posibilidades. Este nivel de exigencia determina que el aprender esté ligado al fracaso y a la frustración, que lo ponen en lugar de incompetencia.
Asimismo gran parte de los contenidos aprendidos tienen escasa aplicabilidad en tareas rentables, lo que frustra en gran medida la expectativa de integración social.
Observamos que las personas especiales transcurren a lo largo de sus vidas por una continua migración por diversas instituciones, quedando eternizadas en el rol de alumnos, sin que se les ofrezca la oportunidad de insertarse en el mundo laboral. En tanto que desde el contexto familiar se sitúa por siempre en el rol de niño, al quedar toda la vida condenado a una total dependencia económica de su familia como único soporte.